“Un Cuento de Pescadores” está lista para asustar en las salas de cine

La cinta se estrena en salas de México comerciales hoy 30 de abril
CIUDAD DE MÉXICO.- Entre las nieblas del Lago de Pátzcuaro y la cosmovisión purépecha, nace “Un Cuento de Pescadores: La maldición de La Miringua”, la más reciente película del director Edgar Nito. La cinta, que se estrenará en salas comerciales hoy 30 de abril, se sumerge en una leyenda local para construir una historia de horror coral, donde lo fantástico se entrelaza con la culpa, el olvido y la memoria colectiva.
Con esta propuesta, Nito se aparta de los lugares comunes del cine de terror y recupera una figura mitológica poco conocida fuera de la región: La Miringua, una criatura ancestral que, según la tradición, puede arrastrar a los hombres a las profundidades del lago tras seducirlos con su figura etérea. “México es un país que tiene muchas leyendas, muchas tradiciones, y a veces terminamos siempre con La Llorona. Y esta es una diferencia que vale la pena ser contada”, comenta el director.
La inspiración para desarrollar la historia surgió casi como un presagio. Mientras Nito y su coguionista Alfredo Mendoza trabajaban en otro proyecto durante una estancia en la Isla de Yunuén, un poblador les obsequió un libro con relatos orales de la comunidad. Al leer la leyenda de La Miringua dentro de una cabaña, las luces se apagaron súbitamente. La atmósfera coincidía con la narración: el relato hablaba de un encuentro con La Miringua justo en esa misma cabaña. “Nos llevamos un sustillo, fue muy motivante para contar esta historia”, recuerda Nito.
A partir de ese momento, los creadores se sumergieron en entrevistas con los habitantes del lago. Descubrieron así la riqueza oral del mito y su profundo arraigo en la cultura purépecha. La película, escrita por Nito y Mendoza, propone una narrativa coral, donde diferentes personajes atraviesan sus propios infiernos interiores marcados por la culpa, el dolor y la pérdida. Todos ellos son víctimas de la misma maldición.
“La Miringua, del purépecha, significa ‘olvido’ en español”, explica Nito.
“Trata de personajes que se olvidan de sí mismos y que sus propias culpas los llevan a pagar sus destinos trágicos en las manos de esta criatura ancestral”.
Estructurar una historia de múltiples protagonistas implicó un reto narrativo y técnico, sobre todo en la edición. “A la hora de editar sentía que a lo mejor una historia duraba un poquito más que otra pero eventualmente había que ir afinando para que el ritmo te fuera llevando poco a poco”, comparte. La intención era construir una espiral narrativa donde cada historia se integrara sin perder su peso dramático.
El elemento fantástico, más que un recurso, se convierte en un personaje más dentro de la película.
Lejos de seguir una fórmula clásica, Nito buscó romper con estructuras convencionales del género. “Se buscó no copiar mucho de otras películas sino hacer la propia e irla construyendo entre todos los personajes para justamente crear atmósferas diferentes”.
El resultado es un filme que, además del susto, deja una reflexión sobre cómo el entorno puede ser moldeado por las emociones humanas más oscuras. “Quería contar una historia de horror que también funcionara como un reflejo de nuestra relación con la memoria, el olvido y la culpa”, afirma.
La película tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya SITGES 2024 y en territorio nacional en la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Morelia – FICM 2024 donde fue bien recibida tanto por los seguidores del terror como por un público no familiarizado con el género. “Había público que no sabía que era de terror y salieron diciendo que esta sí les había gustado porque veían muchas más cosas: relación entre personajes, subtextos, tradición”, cuenta el director, quien disfrutó observar las reacciones de los asistentes más que ver la cinta en sí.
Rodada en locaciones reales en el lago de Pátzcuaro y sus islas —Pacanda, Yunuén y Tecuena—, la producción implicó desafíos logísticos importantes. Sin embargo, esa decisión también permitió una conexión genuina con la comunidad local, que aportó elementos clave al guion y al desarrollo estético del filme.
La fotografía, a cargo de Juan Pablo Ramírez (AMC), evoca el horror gótico con un lenguaje visual profundamente enraizado en los paisajes y colores de Michoacán. La música, creada por Leonardo Heiblum, Nico García Liberman, Emiliano González de León y Odilón Chávez, acompaña con delicadeza las atmósferas inquietantes.
El reparto cuenta con la participación de Jorge A. Jiménez, Renata Vaca, Mercedes Hernández, Hoze Meléndez y Noé Hernández, todos ellos interpretando personajes cuyas historias están marcadas por la fatalidad y la atracción por lo desconocido.
Entre leyendas y espectros
En un pueblo pesquero en el lago de Pátzcuaro comienzan a ocurrir sucesos paranormales, los peces del lago se mueren y los pescadores creen haber visto a un espectro en los alrededores. Cuenta la leyenda que se trata de La Miringua, una encarnación del mal que está aterrorizando al pueblo para castigar a los pescadores y arrastrarlos al fondo del lago. Nadie estará a salvo de la maldición de La Miringua.