NOCHE DE LOTERÍA, DONDE LA SUERTE Y TRADICIÓN SE ENCUENTRAN

Emocionante noche se vivió el pasado 21 de septiembre de 2025, en la Explanada de la Bandera, la cual se convirtió en un punto de encuentro único para las familias chetumaleñas.

Entre luces, colores y el ambiente festivo propio de las fiestas patrias, se llevó a cabo la “Noche de Lotería”, un bazar organizado por el Colectivo Emprendedores Chetumaleños, que reunió a decenas de talentos locales con un mismo objetivo, compartir su pasión, dar a conocer sus proyectos y seguir construyendo sueños.

La magia de la lotería mexicana fue el hilo conductor de esta velada, llenando de tradición y alegría cada rincón. Desde propuestas gastronómicas que conquistaron paladares, hasta artesanías, moda, arte, accesorios y servicios innovadores, cada stand reflejaba esfuerzo,

dedicación y amor por lo que se hace. El ambiente fue perfecto para que familias, amigos y visitantes disfrutaran de una noche fresca y cercana, donde la convivencia y el apoyo mutuo

marcaron la diferencia. Cada visitante, al recorrer el bazar, no solo adquirió un producto o servicio, sino que también aportó a la economía local, fortaleciendo a quienes día a día luchan por salir adelante con creatividad y trabajo honesto.

La Noche de Lotería se convirtió en un espacio que recordó la importancia de consumir local y valorar lo nuestro. Porque detrás de cada emprendedor hay una historia: sueños que comienzan en casa, proyectos que nacen en familia, talentos que buscan ser reconocidos y metas que se alcanzan gracias al apoyo de la comunidad.

El Colectivo Emprendedores Chetumaleños agradece a todas las personas que se dieron cita en esta gran celebración, por ser parte de un movimiento que impulsa a Chetumal y demuestra que, cuando se abren espacios para el talento local, se siembra futuro y se construye identidad.

La Noche de Lotería fue más que un bazar: fue un encuentro con nuestras raíces, una oportunidad de unión y, sobre todo, una ventana para que los emprendedores sigan brillando y creciendo. Así, entre tradición, creatividad y un cálido espíritu comunitario, Chetumal vivió una noche inolvidable.

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